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Partido: 26-05-1935

Domingo, 26 de mayo de 1935

  • CLUB DEPORTIVO TENERIFE
  • LIVERPOOL F. C

2-4. Con este encuentro, frente al Deportivo Tenerife, terminó el equipo "Liverpool" su actuación en Las Palmas, manteniendo los "pross británicos" el honroso pabellón deportivo de no ser vencidos en campo del extranjero a que se hayan desplazado a jugar.

Este postrero encuentro en nuestra ciudad de los divisionarios de la Liga inglesa, hizo que el Campo de Deportes España acudiese mayor contingente de aficionados que a los "matchs" anteriores con "Marino", primero, y con el "Victoria", después, que aquí celebraron. De la hermana isla de Tenerife vino también muchos deportistas, ansiosos de contemplar la lucha entre su once titular y el magnífico conjunto del "Liverpool".

Cambio de banderines entre los capitanes, obsequios de ramos de flores a Miss Hierro y Miss Las Palmas, saque de honor por aquella belleza isleña y a empezar la contienda futbolística.

La generalizada creencia de que el Deportivo Tenerife es actualmente el equipo de Canarias que en mejores condiciones se encuentra, sirvió de estimulante al "Liverpool" para que desde luego se empleara con más interés y para que le viésemos desenvolverse con más codicia.

Para que de tal manera actuaran los forasteros, acaso contribuyera aquel ataque que de salida efectúa el Tenerife, poniendo en peligro la meta de Rileyr, sin que apenas tocaran el balón los componentes del "Liverpool"; pero, sin embargo...

Duchos en estas treguas, y ya sabemos que flemáticos como buenos ingleses, los británicos no se dejan sorprender, y al ataque, responden con el ataque. La iniciativa del juego es suya y la ofensiva que emprenden culmina con el tanto que obtiene Howe, su centro delantero, en los comienzos del partido. Momentos después funciona nuevamente el marcador, otra vez a favor del "Liverpool", el cual, por mediación de su interior Johnstone, bate al meta Fernández.

El Tenerife, avanzado el partido, disminuye la diferencia, marcando Chicote un "goal"; pero no acaba esta parte sin que el "Liverpool" vuelva a la ventaja de dos. Un remate de cabeza del exterior derecho. Nieuwenhuys, fulminante e imparable como los anteriores, derrumba la puerta del Tenerife. Van tres "goals", marcados cada uno por un distinto jugador. No parece sino que cada delantero tiene la consigna de lograr un tanto.

En la segunda parte, ocupa el "Liverpool" la puerta del naciente, que ha sido esta tarde en la que más "goals" se han marcado. El equipier del Tenerife, Luzbel, que ha estado desacertado, logra rehabilitarse un poco atenuando la derrota de los suyos con un tanto muy bien marcado.

El extremo izquierdo del "Liverpool", Hanso, por no ser menos que sus compañeros - ¡qué obstinación en que la victoria fuera por dos! - consigue también su tanto, único que ha conseguido marcar en esta excursión a Las Palmas. Y así con un cuatro a dos, acaba el último match del "Liverpool" en nuestra tierra.

Nos parece que este que comentamos es el segundo encuentro de fútbol que se celebra en el Campo España, en que son adversarios dos equipos en que ninguno es de la localidad.

La superioridad del "Liverpool" sobre los equipos de Canarias, nuevamente quedó demostrada, pudiendo repetir en esta ocasión el comento que hacíamos de su primera actuación en Las Palmas. Merecido, pues, el triunfo conquistado contra el campeón tinerfeño.

Actúo éste con entusiasmo; pero, este factor no lo hace todo. Sobresalió del Deportivo Tenerife la labor del medio derecho, Arencibia, que si bien no dio bastante juego a la delantera, en cambio cortó mucho de sus rivales. Del "Liverpool" el mejor fue Bradshaw, centro medio, que desarrolló una labor tan eficiente, que incluso llegó a superar la maestría de su compañero el defensa Cooper.

Los tres partidos que en Las Palmas jugó el "Liverpool" han tenido la propiedad de registrar copiosos tanteos: un cinco a tres con el "Marino", un dos a dos con el "Victoria" y un cuatro a dos con el Deportivo Tenerife. Esos once tantos a favor en tres partidos, bien nos habla de lo certero de los artilleros británicos y esos siete tantos encajados, lo de un tanto inferior categoría de su guardameta, lo más flojo, a nuestro entender, del "Liverpool"...

En el vapor "Acra" embarcaron el domingo a la noche para Londres los dirigentes y jugadores del "Liverpool". Lleven feliz viaje y que su estancia aquí les haya sido tan grata como su actuación a la afición deportiva de Las Palmas.

Que a nuestros muchachos futbolistas sirva de enseñanza lo que del "Liverpool" han podido aprender sin olvidar dos cosas esenciales a todo buen deportista: corrección y disciplina.

Alineaciones:

LIVERPOOL F. C.: Rileyr, Cooper, Tennant, Savage, Bradshw, Browning; Nieuwenhuys, Wright, Howe, Johnstone y Hanso.

C. D. TENERIFE: Fernández, Ruperto, Matroyo, Arencibia, Oché, Cubas, Luzbel, Bello, Chicote, Semán y Quique.

Pequeños detalles. Los aficionados que asistimos hoy al Campo de Deportes España, ávidos de presenciar un gran encuentro, debemos de agradecerle al Liverpool y al Tenerife el gran partido que nos brindaron. Exponiendo cada cual su juego característico, y llevándose el encuentro siempre a gran tren, aureolado por la brusquedad de la que hicieron gala los dos equipos durante el transcurso del match, hizo que los noventa minutos de juego no causarán mella en el ánimo de los espectadores que, sin dar lugar a duda, salieron satisfechos de su realización.

De los tres partidos jugados por el Liverpool el que más ha gustado ha sido el de hoy. Frente al Tenerife, jugando con más amor propio que frente al Marino y desarrollando la misma técnica que en este partido, el Liverpool demostró ser un contrincante de gran clase. Y si no este triunfo sobre los campeones de la isla hermana, considerado actualmente el mejor conjunto de las Islas Canarias, bien lo puede atestiguar.

Jugaron los dos equipos con alma durante todo el encuentro. El Tenerife, dada la valía de sus contrarios, se lanzó desde el comienzo del match a toda lucha constante sin desfallecer un momento. Y el Liverpool como dispuesto a demostrar ante el público de Las Palmas que el empate frente al Victoria, el jueves, fue debido a una tarde de desgracia y considerando la mejor valía de sus contrincantes tinerfeños, en los que podía cobrarse aquel borrón, salió a corroborarlo así, portando como estandarte la táctica y técnica de su juego excepcional y el juego un poco duro no sacado todavía a relucir.

Cuando apenas comenzado el match, en la arrancada inicial, el Tenerife, bordando una jugada magníficamente trenzada que hizo levantar al público de sus asientos, logra llegar hasta la meta defendida por Rileyr no siendo goal por la suerte de éste y por precipitación de Bello, feliz rematador en aquellos instantes, todos saboreamos el placer de encontrarnos frente a un partido de calidad Y conste que fue así. Porque la mala actuación de algunos jugadores y la labor algo deficiente del árbitro no puede influir demasiado para que el partido deje de catalogase entre los buenos.

Existía gran expectación ante la celebración de este encuentro. El público comprendiendo la valía de ambos, daba a conocer en partidos recientes, no escatimó su esfuerzo en asistir en respetable cantidad para presenciar el choque de dos fuerzas magníficamente representadas. Y como  se esperaba el partido respondió a la expectación causada ante el partido.

Muchos esperaban, vistas sus dos actuaciones anteriores, que el Liverpool sucumbiera ante los "leones del Teide". Pero cuando, a poco de comenzar el match, vieron que los ingleses ya mantenían a su favor un dos-cero conseguido en dos arrancadas, en donde se mezclaron la técnica y el coraje, comprendieron lo avezado de sus ilusiones para dar paso al juego vistoso y efectivo de ese gran equipo que es el Liverpool.

Vamos a decir otra vez que el partido en su totalidad satisfizo completamente a la mayoría del público que asistió a nuestra "Catedral". Librándose una batalla reñida a veces más a la caza del hombre que a la del balón y bordándose buen juego casi continuamente, puede decirse que este ha sido a nuestro modesto entender uno de los mejores partidos de los que en este año se ha llevado a efecto sobre el terreno del Campo de Deportes España.

Sin restarle méritos a la segunda parte vamos a decir que nos gustó más la primera. Fue en esta mitad cuando los jugadores se lanzaron con más furia a buscar la derrota de sus contrarios y fue también donde menudearon más las situaciones difíciles para ambos marcos. A las arrancadas de peligro de un equipo contestaba el otro en más o menos idénticas proporciones. Y eso era para que Rileyr con su estilo deplorable y Fernández con el suyo elegante, se hicieran aunque éste último tuvo algún desacierto a lo largo del match - con blocajes y paradas que el público premiaba con grandes aplausos.

El segundo tiempo no tuvo la característica del primero. Gustó, pero el nivel igualado que existió en los primeros cuarenta y cinco minutos bajó en proporción. El Liverpool salió en esta parte desde el principio dispuesto a amilanar a sus contrarios y lo consiguió. Sus delanteros no tuvieron suerte tirando a goal, pero eso no quita nada para que digamos que jugó más y mejor que los tinerfeños; los cuales, ante aquella avalancha que se les venía arriba, no hacían otra cosa que defenderse logrando a veces, en arrancadas de su ala izquierda, poner en apuros la meta de los ingleses. Y así durante toda esta parte hasta que terminó el partido.

Para nosotros el mejor del Liverpool fue Hanso. Jugando con una soltura y rapidez admirable, unido a su juego personal y gran toque de balón, el extremo izquierdo inglés fue - pese a la vigilancia severa que le imponía Arencibia, el mejor hombre sobre el terreno -, la pesadilla del marco tinerfeño. Y además porque fue el autor material de los tres primeros tantos de su equipo y el principal del último.

No jugó el Tenerife un gran  partido. Acostumbrado a verlo hacer exhibiciones frente a los equipos locales donde sobresalen grandemente por la superioridad futbolística actual de su "once" sobre los nuestros, su actuación frente al Liverpool defraudó por completo. Varios de sus jugadores se crecieron en este match, haciendo valer sus dotes de discípulos bien aprovechados, pero, en general, el Tenerife no convenció.

El mejor de sus jugadores fue Arencibia. Le siguieron Semán y Quique. Después, Fernández, Matroyo, Ruperto, Oché, García y Chicote, todos a la misma altura. Y Luzbel y Bello, pésimos.