Secciones Históricas

Sin tiempo para más...

Domingo, 10 de marzo de 1950

 

  • Marino F. C.
  • Unión Deportiva Las Palmas

 

Con los cuchillos afilados

Sin tiempo para más pruebas, el vencedor será nombrado campeón

No hay tiempo para más pruebas. Ambos conjuntos tiene ya los cuchillos afilados para iniciar un proyecto. Dicho proyecto es nada más y nada menos que el jugarse -junto al Tenerife- una Liguilla con los campeones y subcampeones de cada grupo - a nivel nacional - para el ascenso a la Segunda División Española.

Todo esta a punto en ambos conjuntos para afrontar un choque "especial", diferente a todos. Se medirán dos escuadras, muy similares. Esperamos ver buen fútbol, ya que ambas plantillas están en excelente forma y no vamos a descubrir ahora a los "artesanos" del toque de balón que figuran, tanto, en uno como otro bando.

Puntos de oro. Todos dieron la talla. En un momento tan delicado de la competición esta deparó que tuvieran que enfrentarse Marino F. C. y Unión Deportiva Las Palmas. Apostó fuerte el equipo "blanquiazul", reforzándose con el gran defensa porteñista Fidel, considerado uno de los mejores centrales del momento. El encuentro entre ambos conjuntos es una reválida que tendrán que superar y lo cierto es que el único que la superó, con nota alta, fue el "Marino F.  C.".

El equipo amarillo defraudó, fue frustrante. Cabe destacar que algunos de jugadores daban la impresión de no estar preparados anímicamente. La realidad, la triste realidad es que, los amarillos sucumbieron ante un equipo mucho más ordenado, rápido y no dando la espalda al "enemigo", muy superior en todos los órdenes.

La afición, con lleno hasta la bandera, recibió a ambos equipos con una sonada ovación cuando saltaron al terreno de juego y alentaban con su apoyo para que los futbolistas supieran que no iban a estar solos en el esfuerzo que tenían que realizar.

Los jugadores blanquiazules saltaron desde el primer minuto concienciados de la importancia de la victoria. Varios acercamientos en los compases iniciales a la meta de Montes, eso sí, con escaso peligro, dejaron bien claro que estaban dispuestos a "aguarles" la fiesta al más pintado.

Por parte de los amarillos en estos primeros minutos hay que contarse con un tiro lejano por parte de Manolín y un claro contragolpe que desperdició Tacoronte. Iban transcurridos poco más de siete minutos y como producto del buen juego marinista Romero se fue de varios rivales, dando un centro medido que Zabala cabecea, pero el meta Montes, en un alarde de reflejos despeja a córner. Sacado éste, en corto, sobre Minguine que controla el balón, cede raso y rápido a Zabala que sólo tiene que empujar la pelota al fondo de  la meta defendida por Montes. 1-0 minuto ocho.

Reacciona el Unión Deportiva Las Palmas, llevando la iniciativa durante unos minutos, con un rival, el Marino, que se limitaba a contener el ritmo del encuentro, sin dar opción a su adversario. El dominio amarillo fue infructuoso, aunque sólo duró un cerrar y abrir de ojos, para dar paso a una fase de poderío alterno. Los amarillos estuvieron a punto de marcar a puerta batida pero Victoriero evitó la igualada cuando en las gradas ya se cantaba el gol.  Los marinistas volvieron a  la "carga" y el partido se rompió cuando ocho minutos más tarde subía al segundo gol "popular" al marcador. El tanto, se inicio en una falta en el centro del campo, que ejecutada por Victoriero se produjo una sucesión de jugadas dentro del área amarilla y después de un duro disparo, el cancerbero Montes desvía a córner. Ejecutado por Minguine es rematado magistralmente por Zabala que ganó la acción al meta amarillo.

A partir de ahí, los jugadores amarillos iban a descubrir las enormes dificultades que el encuentro planteada con un rival que, "cuchillo entre dientes" había diseñado un esquema  colectivo para defender cualquier filtración hacia sus dominios.

El juego, a falta de dosis de inspiración por parte de la escuadra amarilla, era cómodo para los marinistas que estaban atentos a taponar las incursiones de su adversario, la Unión Deportiva Las Palmas. Eran momentos en que los amarillos no tenía el ritmo que ofreció ante el R. C. Victoria, ni la llegada  al área azul de sus delanteros se podría adivinar un serio peligro, para el meta Torres.

Concluye la primera parte con un 2-0 favorable a los marinistas. Resultado justo, visto lo realizado por ambos conjuntos sobre el terreno de juego en estos iniciales cuarenta y cinco minutos.

Al reanudarse el juego tras el descanso, los primeros quince minutos fue un auténtico bombardeo sobre el área de Torres. El Marino se limitaba a sacar provecho de esta situación, el trío defensivo se bastaba para despejar cuantos balones merodeaban por sus inmediaciones. La zaga blanquiazul, nunca mejor dicho, capitaneada por Victoriero, portentoso, se mostraba firme, contundente y sin dar ventajas a sus adversarios.

Y pasaban los minutos y todo parecía que seguía el camino marcado. Sin embargo, sólo duro muy poco tiempo, los marinistas volvieron a inventar jugadas de cierto peligro. El medio Déniz al saque de una falta, cerca de área, mandó un obús que se marchó fuera por escasos milímetros. Poco después Vieira toca el balón con la mano, en las inmediaciones del vértice de su área, esta vez lanzó Victoriero sin consecuencias.

A partir de entonces cambió la actitud de los jugadores amarillos, pareció entonarse, desarrollando algunas jugadas de mérito, sólo le hacia falta marcar para romper el ritmo del rival, aunque en muchas fases del partido se habían zafado del dominio marinista y mandaba con un fútbol lento, casi caminando, que adormecía a los populares, le faltó el "zarpazo" para hacer daño y acortar distancias en el marcador y mantener vivas las pocas esperanzas que aun tenían. Les faltaba chispa.

El que no se durmió a pesar del "arrorró" amarillo, fue el equipo marinista que, tras despertarse del letargo cogió de nuevo el mando con un juego preciosista y se deshizo del encantamiento amarillo, hilvanando jugadas por las bandas, por el centro, en resumen, desbordando en todas las líneas y al final tuvo su premio en las postrimerías con un nuevo tanto que hacia justicia a lo que se estaba desarrollando en el terreno de juego.

La exhibición tan contundente como la que realizó los marinistas frente a su adversario, el Unión Deportiva Las Palmas, deja secuelas muy negativas en torno al equipo amarillo y azul, por lo que lógicamente las esperanzas de "unión" quedan desvanecidas.

Pero, esa es otra cuestión e historia. Afortunadamente, todo se solucionó.

Alineaciones:

- U. D.  Las  Palmas: Montes, Juanono, Pantaleón, Yayo; Polo, Vieira; Nicolás, Manolín, Tacoronte, Peña y Cedrés.

- Marino F. C.: Torres; Mujica, Fidel, Victoriero; Déniz, Medina; Merino, Castillo, Zabala, Romero y Minguine.

Goles: 1-0 Zabala. 2-0 Zabala. 3-0 Minguine.

Arbitro: Acle, sin complicaciones.

Incidencias: Estadio Las Palmas. Lleno a rebosar.