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Reseña de una época - 1943 -

HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO

- Retrospectiva -

Domingo, 23 de mayo de 1943

 

 

Liga interregional (1943)

STADIUM "PEPE GONÇALVEZ"

 

MARINO F. C.  //  C- D- GRAN CANARIA

 

Los "azules" vencen brillantemente a los "merengues"

¨    Magnífica actuación de la línea media popular

¨    Un encuentro interesante con un primer tiempo a tren endiablado

 

 

C.CAMPOS - Marino3 - 0. Hacia tiempo que no nos era dable asistir a una demostración bastante buena de juego de calidad como el que nos deparó esta tarde dominguera. Los contendientes, Marino y Gran Canaria, nos brindaron el partido sencillamente magnífico, jugado a tren endiablado y repleto de fases verdaderamente emotivas.

El encuentro que nos ocupa era decisivo para los azules y de gran trascendencia. Para los simpatizantes blancos también era de máximo interés, ya que un día, bastante desgraciado para los azules, creyeron haber descubierto la clave de una nueva modalidad en el fútbol, interpretando aquel bache de los campeones como una superioridad propia antes los demás conjuntos.

Grandes fueron sus ilusiones, pero mayor su error ante el resultado del encuentro, donde el Marino nos brindó ese juego superior tanto tiempo ausente en sus actuaciones no llegándose a comprender aún cómo en otros encuentros, con el mismo cuadro y frente a equipos inferiores al Gran Canaria, hace partidos francamente malos.

Gran moral. Desde que los azules iniciaron las primeras combinaciones pudimos observar que una gran moral los invadía y que daban el contrario un valor real sin ese actuar confiado que tanto disgusto les ha costado.

Había un público dispuesto a jalear a su club, por lo que para él suponía un resultado favorable y lo mismo para el fútbol local, frente a los tinerfeños en los que a la clasificación general respecta. Ya era hora de que nuestro público se olvidara de lanzar "piropos" a los árbitros y que se dedicara a jalear al equipo que, por muchas razones, debía ganar. Y así ocurrió. Triunfó el que mejor jugó, y el que posee mejor equipo. Y se merecía el triunfo por ser el único conjunto que de nuestra isla va mejor situado para lograr el ansiado título.

¿Es digno el Marino de ostentar el título de Campeón de la Liga? Para muchos, poseídos por esa pasión fanática y poco deportiva, seguro que no. Hablar de su actuación mediocre a través de la competición, pero téngase en cuenta la actuación del Iberia en la Liga; la del Tenerife en el Campeonato y la del Price en uestra localidad. ¿Existe algún conjunto con más méritos para ostentar el título? Sinceramente creemos que no.

Interprétese como se quiera nuestro comentario, pero creemos que la lógica y nuestro "patriotismo chico" nos dan la razón.

Los equipos. Los cuadros nos ofrecieron un gran partido. Bien es verdad que en ambos no destacaron más que las respectivas líneas de medios.

El Gran Canaria nos mostró un conjunto bastante apañadito, pero que carecía en absoluto de poder ofensivo. Ligó con frecuencia buenas combinaciones en el centro del terreno, más no paso de aquí, ya que sus delanteros prodigaron el tiro viniese o no a cuento, empeñándose en buscar la red desde lejos y no logrando otra cosa que acreditarse como artilleros pocos oportunos.

Bien es verdad que Polo, que aún no ha recuperado la buena forma que de él se espera, no encontró colaboración en los extremos, a quienes sirvió magníficos y frecuentes balones, sobre todo por la derecha, sin que supieran defenderlo.

El Gran Canaria nos pareció recuperado en el transcurso del encuentro, sobre todo en la primera parte, donde más ineficaz fue la labor de su delantera, en los momentos en que más crítica era la situación de la portería que defendía Cristóbal. Solo hay que registrar un formidable tiro de Estellez en esta parte, desde lejos y junto al poste, lo que dio ocasión a Cristóbal para brindarnos una extraordinaria estirada que fue lo más grande de su actuación.

La zaga blanca estuvo floja y la delantera fatal. Solo los medios creaban peligro. No obstante ello, en el primer tiempo fue el Gran Canaria un digno contrincante del equipo campeón.

El Marino jugó y ganó con la amplitud señalada, careciendo prácticamente de interiores en algunos momentos. Fue la línea media la forjadora del magnífico triunfo, y Campos nos ofreció su tarde buena. Otro de los de los  hombres que contribuyó de manera destacada al triunfo fue Farías. Cristóbal, como de costumbre, tuvo una actuación formidable. Rodríguez y Polo estuvieron muy mal; muy parados y poca serenidad en la jugada.

Fueron los medios el alma del Marino en esta jornada victoriosa, primeramente por su juego ágil y penetrante que facilitó el logro de los dos primeros goles para su equipo. Y finalizando, los momentos en que los interiores se retrasaban para ayudar a los medios.

Lucha interesante. Al ponerse el balón en movimiento comienza el público, a la vista de lo que presencia, a creer, como así fue, que esta vez no sería defraudado y que iba a ver fútbol tan ausente de nuestros campos. El público interviene en la lucha con ese griterío característico de los buenos encuentros..

Los córners, que fueron abundantes (doce contra los blancos y cinco contra los azules), comienzan a ejecutarse. Se desarrolla un juego de emoción é interés por ambas partes. Están las fuerzas igualadas y el balón va de puerta en puerta, pero todas están cerradas.

A los diez minutos de juego que se lleva a gran tren surge el primer gol de esta parte, obra de Jerez, al recibir un balón bien servido por Minguine. Jerez ha jugado mucho y con un interés grande en todo el encuentro. Minguine ha centrado bastante, más y mejor que otras veces. Poco tiempo transcurre cuando presenciamos la soberbia estirada de Cristóbal en un tiro de Estellez junto al poste, que el meta azul cede a córner y es ejecutado sin consecuencias.

La presión de los merengues es arrolladora en algunos momentos, pero sus artilleros no dan señales de vida. La zaga ha tenido algunas intervenciones destacadas que han evitado el gol. Solo algunos tiros aislados de la delantera blanca obligan a la zaga marinista a ceder un par de córners. Méndez y Campos han respondido bien.

Estamos presenciando un partido magnífico, con gran moral por ambas partes y con derroche de corrección. ¡Que diferente a lo visto últimamente!

La lucha se lleva a tren rápido. Campos, está en todas partes distribuyendo juego. La laguna del Marino es Polo, el que no consigue la serenidad y muchas veces es su "pachorra" lo que hace perder balones.

Solo los medios de ambos equipos están empecinados en la lucha. El Gran Canaria no decae un momento; está haciendo una primera parte formidable, lo mismo que los campeones, pero tampoco en estos carbura la delantera.

Se suceden los córners en la portería de Artiles. Faltan dos minutos para finalizar el primer tiempo cuando es ejecutado uno por Minguine muriendo el balón en la cabeza de Sanabria y colándose dentro de la puerta.

Nos vamos al descanso pensando y temiendo por el equipo que tal como se ha llevado el encuentro, sienta de cerca el agotamiento, entonces está perdido.

El Marino se impone. Comienza de nuevo la lucha y son  los blancos los que más presionan, pero dura poco sus ímpetus; el Marino con más juego y serenidad se impone hasta el final de la contienda, sin que ello quiera decir que fue un dominio absoluto, toda vez que los blanquillos mantuvo sus entusiasmos y bregó con interés hasta el último pitido.

Se suceden tres o cuatro córners continuos en la meta blanca, muchos ejecutados mal por Minguine van fuera. Es el Marino el que, corriendo los balones por el centro, presiona continuamente y arrolla a la zaga blanca.

En este parte se destaca el tesón que Farías pone en la lucha. El último gol se sucede a los veintiún minutos, obra de Campos al rematar de cabeza y junto al poste un córner ejecutado por Minguine.

A partir de ese momento se acrecienta la superioridad azul. El juego ha decaído un poco de interés. Se juega menos y con menos brega, pero siempre entretenido e interesante. Los blancos acusan ligero agotamiento. Hasta el último momento han sido los medios de ambos contendientes los autores del buen partido presenciado.

Un buen arbitraje. El arbitraje a cargo del colegiado, señor Morales del Río (don Domingo). El encuentro no revistió actos de gravedad o complicaciones para su labor. Quizá su actuación impidiera algunos conatos. Su arbitraje fue excelente en todo momento, llevado con gran serenidad e imponiendo su autoridad en cuantos momentos fue necesario. Sus fallos, justo siempre, no fueron tan aplaudidos como hubieran sido pitados si se equivoca, por ese público fanático que censura lo malo y calla lo bueno.

Alineaciones:

Marino: Cristóbal; Méndez, Paco Pérez; Farías, Campos, Bartolo; Sanabría, Polo, Rodríguez, Chucho y Minguine.

Gran Canaria: Artiles; García, Naranjo; Momito, Cedrés, Callicó; Periquín, Polo, Estellez, Déniz y Ceballos.