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Reseña de una época - 1924 -

HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO

- RETROSPECTIVA -

  

Domingo, 20 de abril de 1924

 

 COPA "BAZAR DEL TURISMO"

SANTA CATALINA

MARINO

EL MARINO, TRIUNFA BRILLANTEMENTE SOBRE EL EQUIPO CAMPEÓN POR DOS "GOALS" A CERO

 Miguel Gil, Morales y Rodríguez fueron los mejores sobre el terreno

Domingo Morales -Marino -Se le entrega al C. D. Santa Catalina el trofeo de campeón. Con un buen lleno de público se celebró en la tarde de este domingo, el anunciado encuentro entre el Marino y el Santa Catalina.  A las cinco hacen los equipos su entrada al campo siendo ovacionados, momentos más tarde, penetra la comisión de la Cruz Roja presidida por don Lucas Alzola para hacer entrega de la hermosa copa donada por S. M. el Rey, al equipo que logró el título de Campeón de Gran Canaria 1924.

También una comisión de señoritas entrega una gran bandera que al equipo campeón regalan sus admiradores, e imponen a sus once campeones un artístico escudo con los distintivos del Club.

Formación de los equipos. Después de cambiar ramos de flores los capitanes de ambos "teams" se alinean los equipos por el siguiente orden:

Marino: Francisco Ramos; José González, Rafael González; Pedro García, Hernández "Alamino", Manuel Rodríguez; Ricardo Pita, Domingo Morales, Teodosio, Miguel Gil y Andrés Pérez.

Santa Catalina: Amador; Frías, Arturo; "Molinero", Angelito, Luis Cabrera; González, Miguel Cabrera, Padrón y Oramas.

Y finalmente el árbitro señor Casanova da la señal de salida.

Primer tiempo. Empieza el encuentro entre el mayor silencio de los espectadores, indicio de la enorme expectación que existía. Pero bastan unos minutos, para que un buen avance de Teodosio que Morales se encarga de rematar con un bonito "shoot", haga estallar una ovación, principio de los constantes aplausos que se tributaron al Marino, durante los noventa minutos de juego.

El Santa Catalina pone un interés extraordinario en las jugadas, que empiezan a desarrollar con dominio favorable para su equipo, debido a la baja forma de la defensa azul, que ha estado fallando en muchas ocasiones y dando lugar a que Ramos entre a defender su marco. Sin embargo, ninguno de los ataques del equipo del Puerto pudiera conceptuarse en esta primera parte de peligrosos. El primer tiempo termina con varios ataques de ambos "teams" sin poder hacer funcionar el tanteador.

Segundo tiempo. El delante marinista en magníficas combinaciones llega repetidas veces al terreno que defiende el meta porteño y logra imponer su juego de pases cortos, dando lugar a que Amador efectúe buenas paradas y defienda la situación.

El primer "goal". A los diez minutos de juego, Morales produce un oportuno cambio de juego, recogiendo el balón Gil quien sortea hábilmente a un medio y desde la misma línea de goal lanza un matemático centro retrasado, que aprovecha muy oportunamente Teodosio para rematar de cabeza y hacer entrar el balón en la red. Ha sido un goal espléndido de los que no dejan lugar a dudas, produciendo un gran entusiasmo en los graderíos marinistas.

El Santa Catalina no decae y quiere imponer su juego por la violencia, lo que hace degenerar el equipo en un juego brutal, haciendo que muy pronto intervenga la Cruz Roja para retirar del campo a Morales, víctima del juego antideportivo que se está realizando. El defensa José González fue también otra de las víctimas, cayendo violentamente al suelo varias veces, por efecto de la labor que realizaban sus contrarios.

El segundo "goal". A los dieciocho minutos de juego, el delante marinista que se ha quedado luchando con cuatro jugadores, sigue realizando buenos ataques y sosteniendo el juego a su favor. En una de las jugadas, Pita centra muy templado aprovechándolo Gil, que aunque completamente marcado, da un fuerte "shoot" obteniendo para su equipo el segundo y último tanto.

Morales reaparece. A pesar de estar fuertemente lesionado, y con el único propósito de estorbar por lo menos, penetra en el campo y es recibido con una enorme ovación que se prolonga largo rato.

El Santa Catalina cambia la línea de ataque. Ya al finalizar el partido, Oramas pasa de medio centro, y los medios alas de delanteros, redoblando el ataque por conseguir el tanto de honor, pero quedaron fallidas las esperanzas al hacer sonar el referee el final del encuentro.

La actuación del Marino. Este equipo completamente modificado, incluyendo nuevos elementos como José González, Manuel Rodríguez, Teodosio y Morales, se presentó a contender contra un conjunto sobrio, del equipo campeón, los valientes muchachos que tan admirablemente conquistaron el codiciado título. A pesar de ello, la cantidad de juego desarrollado por el Marino superó en un todo al que el Santa Catalina puso en práctica con todas las marrullerías de un duro partido de campeonato. De haber favorecido la suerte a las huestes marinistas, el "score" a su favor habría sido de mayor importancia, pues momentos hubieron que consideramos ya marcado el tanto.

En la línea de ataque sobresalieron Gil y Morales, que fueron los conductores de todo el juego que desarrolló su equipo. Gil hizo un partido como en sus mejores tiempos. Morales jugó admirablemente e hizo resaltar grandes conocimientos de técnica de fútbol, con sus magistrales cambios de juego, que fueron justamente aplaudidos por el público. Teodosio nos gustó bastante de centro delantero y Pita y García cumplieron. Manuel Rodríguez en la línea de medios nos confirmó el alto concepto que de él teníamos y que le asegura como una legítima esperanza del deporte, hizo gala de su inimitable juego de cabeza y de impecable colocación.

Hemos de felicitar sinceramente a la Directiva del Marino, pues es así como se reorganizan los equipos, augurándolos grandes triunfos de otros tiempos.

La labor del Santa Catalina. Su juego no respondió al de un equipo que se acaba de conceder el más preciado título del fútbol local. A sus jugadores les sobra entusiasmo y cualidades para no tener que recurrir a estos procedimientos... Se distinguieron, Amador, Angelito y González.

El referee. Su labor podemos calificarla de imparcial, aunque con un lunar, el de haber tolerado el juego duro.